Portales

La colonia Portales, como es conocida hoy día, tuvo su origen al fraccionarse en 1914 la hacienda de Nuestra Señora de la Soledad, propiedad que inicialmente perteneció al general Manuel Sánchez de Tagle. Sus límites eran al norte, el antiguo camino a Santa Cruz (Miguel Laurent); al oriente la calzada de Miramontes (Plutarco Elías Calles); al sur lo que hoy es Río Churubusco, y al poniente la antigua avenida Agua de Xochimilco (División del Norte).

La hacienda de Nuestra Señora de la Soledad de los Portales, colindaba con el pueblo de San Andrés y su ladrillera; además, con Churubusco a través de un tramo del antiguo camino prehispánico que iba a Mexicaltzingo y a la población de Santa Cruz Atoyac. 

Tiempo después, en 1888 la hacienda constaba de 278 hectáreas equivalentes a 6 caballerizas, 3 fanegas y 35 centésimas de fanega; las siembras que existían en ella, ganado y ganado de poda, carros, mulas, utensilios y enseres, aves de corral, asoleadores, acueductos, fábrica de material (adobe y ladrillo), entradas y salidas, usos, costumbres y servidumbres. 

Ya en el siglo XX, hacia la década de los treinta, el desarrollo de la colonia Portales comienza a hacerse notar, caracterizándose por alcanzar un nivel socioeconómico medio. En ella se establecieron instituciones públicas y privadas de la más variada índole: educativas, comerciales, culturales y recreativas. Con el paso del tiempo, su mayor actividad ha sido la comercial, representada por grandes tiendas de abarrotes como las conocidas “Alpinas”, en las que se encuentran granos, latas, vinos, todo para las fiestas; el mercado de fierros viejos famoso por su oferta de libros, discos, muebles antiguos, ropa usada, etc. 

El mercado de Portales es lugar aparte por su gama de colores, olores y sabores, que al paso de las estaciones se deja apreciar por sus habitantes y visitantes: flores, frutas, legumbres, comidas preparadas, desde los famosos huaraches de “El Rábano” hasta la dominguera pancita de “La Oaxaqueña”, o bien las carnitas y barbacoa sin dejar de mencionar al “Salón Portales”, la cantina más popular del rumbo. 

Para fines de los años setenta, con el establecimiento de los ejes viales, Portales se ve dividida en tres zonas: Portales Norte, Oriente y Sur, que a sus habitantes les costó trabajo aceptar, puesto que para ellos Portales era una sola colonia.